Son jóvenes, pero ya ocupan posiciones centrales en la estructura de los cárteles.
Mediante entrevistas con la nueva generación de capos y una rigurosa
documentación, el reportero José Luis Montenegro explica esta
reconfiguración del narcotráfico en México en su libro Narcojuniors. Los
Herederos del Poder Criminal, publicado en versión electrónica por En
Debate.
Con permiso de la editorial, Proceso adelanta fragmentos de la obra, que ya circula en la red.
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Los vacíos que personajes como Joaquín “El Chapo” Guzmán han dejado ya empiezan a llenarse.
Ahora el 'Cártel de Sinaloa', por ejemplo, ha entrenado a una nutrida
generación de narcotraficantes que se desplazan en Guadalajara, Sonora,
Baja California, Sinaloa, así como en Estados Unidos, varios países de
Europa, África y Medio Oriente, al sur de Asia.
Admiran a Ismael “El Mayo” Zambada, a quien consideran el gran padrino
de la mafia y el maestro que les enseñó el arte del tráfico de drogas y a
cómo mantenerse libres e impunes de él.
La mayoría de ellos son hijos de grandes figuras del narcotráfico o
tienen líneas de parentesco. Ya están ahí y les dicen los
'narcojuniors'.
Gente nueva
Era muy joven cuando empezó en el negocio. Actualmente, el
lugarteniente que pidió conservar el anonimato a esta investigación
tiene 34 años y es una pieza indispensable para el trasiego de
estupefacientes en México y gran parte de Europa.
“Inicié como escolta del hijo de Don Mayo –dice–, luego empezamos a traficar de a kilo. Hoy ya es muy diferente”.
¿Cuál es la diferencia de traficar antes y ahora? —se le preguntó al hombre que pidió la reserva de su identidad.
–La gente que está allá arriba (el gobierno). En el trabajo hay que
andar pilas todo el tiempo, controlando las operaciones por el radio,
levantando traicioneros y ajustando las cuentas de la empresa.
–¿Qué funcionarios de las administraciones de Vicente Fox, Felipe
Calderón y, actualmente, Enrique Peña Nieto estaban y están vinculados
al Cártel de Sinaloa?
–Los mismos que estás nombrando compa, te doy un nombre más: Mario
López Valdez (actual gobernador de Sinaloa), de ahí pa’ bajo, adivine.
–¿A cuánto ascienden tus ingresos mensuales?
–No llevo la cuenta –se ríe–, pero más o menos unos 500 mil dólares al mes.
Debido al bajo perfil con el que actuaba y con la ventaja de tener
nacionalidad estadounidense, Serafín Zambada Ortiz no figuraba en las
listas de los delincuentes más buscados del Departamento de Justicia de
Estados Unidos, a pesar de que logró introducir más de 100 kilogramos de
cocaína y mil kilogramos de mariguana para su venta en el sur de
California.
Al igual que Vicente Zambada Niebla, su medio hermano, Serafín logró
posicionarse rápidamente como un integrante de alto rango dentro del
Cártel de Sinaloa, operando el tráfico de drogas por su cuenta y en
cooperación con Los Ántrax, el grupo que lideraba José Rodrigo Aréchiga
Gamboa, “El Chino Ántrax”, siempre bajo el liderazgo del Mayo Zambada.
Días antes de ser detenido en el cruce fronterizo Dennis DeConcini en
Nogales, Arizona, la cuenta de Twitter de Serafín (@ZambadaSerafin)
exhibía ciertos lujos, tales como armas doradas, paquetes de droga,
animales salvajes, zapatos de marca, automóviles deportivos, residencias
de lujo, helicópteros y diversas cuatrimotos.
Sólo bastaron unas cuantas publicaciones en línea para apreciar, sin
candados de privacidad ni operaciones de seguridad e inteligencia
nacional, la vida pública de un capo.
En el periodo socialmente activo de la cuenta @ZambadaSerafin, ésta
intercambió mensajes sincronizados con otros usuarios, entre ellos
@AlfreditoGuzma, @_IvanGuzman_, @ismaelimperial, @Cheyooeliseo y
@j12esparragoza.
En ese orden, se trata de los hijos de Joaquín Guzmán Loera, Jesús
Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar; el hijo de Ismael Zambada,
Ismael Zambada Imperial, El Mayito Gordo; el socio de los hermanos
Guzmán y familiar de los Zambada, Eliseo Imperial Castro, “El Cheyito
Ántrax”; y Juan Ignacio Esparragoza Gastélum, hijo de Esparragoza
Moreno, “El Azul”.
A través del periodo de actividad de las cuentas de Facebook, Twitter e
Instagram, la localización geográfica (geolocalización) de los usuarios
y la vinculación de las mismas para enviar un mensaje único en
distintas plataformas, se tiene la certeza de que se llevó a cabo una
celebración en Zapopan, Jalisco, el 17 de agosto de 2013, con motivo de
la liberación de Rafael Caro Quintero.
En diversos mensajes publicados por El Cheyito, jefe de escoltas de Los
Ántrax, consta dicha reunión y se confirma la asistencia al festejo de
Serafín Zambada Ortiz e Ismael Zambada Imperial, Jesús Alfredo e Iván
Archivaldo Guzmán Salazar, así como múltiples integrantes de las tres
familias que lideran el Cártel de Sinaloa, cada uno acompañado de sus
hijos y respectivas parejas sentimentales.
En un tuit enviado desde Guadalajara –según la geolocalización de su
cuenta–, @Cheyooeliseo publicó: “fiesta privada con los caro y guzman
imperial” (sic). En las réplicas a este mensaje se puede leer la
contestación de @AlfreditoGuzma: “Guardandole luto a la guera y la
ilacha plebe a gusto claro que si” (sic).
Un día antes del festejo, Alfredo Guzmán se reuniría con elementos de
Los Ántrax en Culiacán, Sinaloa, como consta en su cuenta de Twitter:
“Vicitando a los ántrax y bien apalabrado con el @Cheyooeliseo” (sic).
El mensaje es acompañado de una imagen en donde aparecen cuatro
mariachis posando junto a un altar de la Santa Muerte.
Semanas después de este festejo, “El Mayo”, “El Chapo” y dos de sus
hombres más cercanos, Guillermo Rivera, “El Chaneque”, ex militar y
piloto de Joaquín Guzmán, y Marco Antonio Higuera Gómez, “El Negro
Bravo”, también se reunirían con Caro Quintero en “un rancho que se
encuentra del lado (Santiago) de Los Caballeros”, relataría “El Cóndor”
en su declaración ministerial.
Semanas después de que esta investigación se publicara en el libro
Narcojuniors. Los herederos del poder criminal, bajo el sello En Debate
de la editorial Penguin Random House, el elemento en activo del Cártel
de Sinaloa preguntó al autor:
¿Quién te dijo que las familias (Zambada y Guzmán) se reunieron en Zapopan?
–Ustedes mismos en redes sociales, ¿es cierto?
–Ahí están las imágenes. (…)
Entrevista con un jefe
Con el uso de las nuevas tecnologías, las nuevas generaciones, los
llamados Narcojuniors, comparten a nivel global su día a día sin que las
autoridades mexicanas y extranjeras puedan atraparlos ¿Cómo lo hacen?
¿Acaso la coordinación y la cooperación entre éstas no es suficiente?
Un caso que revela la impunidad con que operan estos líderes
potenciales del narcotráfico mexicano es el de Dámaso López Serrano, “El
Mini Licenciado”, hijo de Dámaso López Núñez, “El Licenciado”, quien se
desempeñó como jefe de seguridad del Centro Federal de Readaptación
Social No. 2, en Puente Grande, Jalisco, cuando “El Chapo” estaba
recluido.
La Oficina de Control de Bienes Extranjeros lo añadió a su lista el 1
de septiembre de 2013 bajo los siguientes generales. Nombre: Dámaso
López Núñez. Dirección: avenida Nicolás Bravo 1607, colonia Guadalupe,
Culiacán, Sinaloa 80220, México; calle Escobedo 24, El Dorado, Culiacán,
Sinaloa, 80450, México. Fecha de nacimiento: 22/feb/1966; lugar de
nacimiento: Culiacán, Sinaloa; información ante la Secretaría de
Hacienda: CURP, LOND6602221Y5, LOND660222SE7, LOND660222HSLPXM05.
Siguiendo el legado y con apenas 25 años de edad, López Serrano ya
comanda una célula criminal conocida como las Fuerzas Especiales de
Dámaso, organización que él y su padre crearon apenas hace unos años.
En conjunto con Los Ántrax, brazo operativo que presuntamente dirigía
“El Mayito Gordo”, este grupo criminal reúne a un séquito de
aproximadamente 200 mil sicarios al servicio del Cártel de Sinaloa y sus
actuales líderes.
A través de un seguimiento puntual de sus cuentas de redes sociales, en
especial Twitter: @DamasoLopez_, El Mini Lic dejó entrever el modus
operandi del Cártel de Sinaloa, al grado de otorgar de manera inusitada
una entrevista:
–Se habla de que la captura del Chapo fue una traición por parte de la familia Zambada...
–No, la única guerra fue del gobierno contra el general, pues había un
pacto y ellos lo rompieron. Traicionaron al viejón. La realidad es que
en este sexenio entraron intereses diferentes, de personas distintas a
las que les gusta trabajar mal, ¿sí me entiendes?
–¿Cuál era el acuerdo que tenían con el gobierno federal y las autoridades de los estados?
–Mira, esos acuerdos sólo los viejos lo saben y conocen con quienes los
tienen, pero básicamente era “tú no te metes conmigo y yo no me meto
contigo”. Los verdaderos delincuentes están en el Distrito Federal y son
los que autorizan las leyes, nuestros políticos.
–¿A qué políticos te refieres, con quiénes han negociado?
–¿Tú crees que es necesario decir nombres? No preguntes cosas de las
cuales sabes la respuesta. Sólo te diré que al nuevo gobierno (al de
Enrique Peña Nieto) ya le servimos, y ahora se desentienden con el
narco, no saben que por nosotros ganaron. Hicimos que la gente volviera a
confiar en ellos.
–¿A quién te refieres con nombre y apellido?
–A diferencia de ellos, nosotros sí tenemos principios y sabemos cuándo
callar y cuándo hablar. Ustedes con el tiempo verán quiénes son.
El ‘modus operandi’
Dámaso cuida cada detalle de lo que dice y cómo lo dice, pues aunque le
guste fanfarronear y exhibir sus lujos en las redes sociales como a los
demás vástagos de los capos mexicanos, él asegura que su palabra vale
más que cualquier otra cosa que el dinero pueda comprar.
Un día previo a la captura del Chapo Guzmán, el 21 de febrero de 2014, pude contactar al capo a través de sus redes sociales.
Durante la entrevista, El Mini Lic habló de las funciones que desempeña
el Cártel de Sinaloa en las plazas que controla, asegurando que a éste
jamás le ha gustado abusar o servirse del pueblo.
“Tú puedes visitar Sinaloa y verás que a las regiones más pobres
tratamos siempre de tenderles la mano y apoyarlas sin pedir nada a
cambio, aquí a nadie se le obliga a entrar”, afirma.
–¿Sigue vigente el acuerdo de Cárteles Unidos y con cuáles organizaciones lo mantienen?
–Aquí la realidad es que siempre tratamos de respetar ese acuerdo, si
los demás no se meten con nosotros, nosotros no nos metemos en sus
plazas. Lo que te puedo decir es que ya no hay comunicación con ningún
cártel ni para bien ni para mal.
El humo
Con ingresos anuales que podrían oscilar hasta los 3 mil millones de
dólares –como lo detalló en junio de 2012 el diario estadunidense The
New York Times– el Cártel de Sinaloa es poderoso en cuanto a estructura
financiera se refiere.
“El Mini Licenciado” asegura que nadie sabe las ganancias netas que
deja el tráfico de drogas en México, y aunque cada capo cuenta con sus
contadores personales, como él afirma, la derrama económica continúa
siendo de proporciones inmensas. “No todos mis ingresos son del tráfico
de drogas, también tengo negocios lícitos y en regla”, asegura.
–Dices que te alcanza para vivir, pero la gente “normal” no anda por
las calles en un Ferrari o un Bugatti y con armas bañadas en oro...
–Soy como soy, compa, y por eso estoy aquí. El dinero en manos de
pendejos se hace humo, y el humo en manos sabias se vuelve dinero.
–¿Qué opinas acerca de la guerra contra el narcotráfico, es realmente
una estrategia en su contra o es puro “pan y circo”, como coloquialmente
se dice?
–El trabajo de los militares y marinos es cumplir órdenes, su chamba es
agarrarnos y la de nosotros es no dejarnos agarrar. Como dice el viejo
Mayo: “Si nos agarran o nos matan, nada cambia”.
–¿Por qué?
–Porque esto es como el bien y el mal, compa, si uno no existiera el
otro tampoco. Hoy nos tocó ser a nosotros el mal, mañana, quién sabe.
(José Luis Montenegro/Proceso)